Vale, Chevron y la marcha del Cedin: tildes y cruces en la agenda económica del Gobierno
Cristina y Kicillof. El Gobierno presentó el acuerdo con Chevron como una bocanada de aire fresco.
Por Nicolás Poggi (@pogginico), corresponsal de NOVA en Casa Rosada.
La agenda económica del Gobierno tiene dos puntos centrales: la instrumentación del Cedin -brazo operativo del blanqueo de capitales presentado hace dos meses- y el acuerdo con la petrolera norteamericana Chevron para la explotación de un sector del yacimiento de Vaca Muerta, que generó loas y cuestionamientos por partes iguales.
El foco es la atracción de inversión extranjera, uno de los pilares de la economía de los países subdesarrollados en el sistema capitalista. A más de un año de la recuperación de YPF por parte del Estado, el gobierno de Cristina Kirchner presentó el acuerdo con Chevron como una bocanada de aire fresco en el camino del autoabastecimiento energético. También funcionó como una manera rápida de superar el trauma de la salida de otra minera, la brasilera Vale.
Pese al rechazo opositor y las protestas de las comunidades mapuches en Neuquén, resta conocer los detalles técnicos del acuerdo. Salvando las distancias, los economistas consultados por este medio sostuvieron lo mismo a la hora de hacer un balance sobre la marcha del Cedin. Cualquier definición pecará de prematura.
“Por lo general, los blanqueos hay que evaluarlos en la fecha de expiración”, sostiene Marcos Ochoa, economista en jefe de la Escuela de Posgrado en Negocios de la Universidad de Belgrano (UB). “Al principio la gente espera para ver si conviene. En este caso va a ver si los mecanismos están aceitados. Pasó con el blanqueo anterior”.
Coincide Alfredo Girault, economista jefe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). “En economía, uno espera un hecho que coordine decisiones, lo cual suena muy teórico, pero es como si estuviéramos todos mirando al de al lado”.
Con el blanqueo, la Casa Rosada pretende atraer fondos para actuar simultáneamente en dos frentes: el febril escenario del dólar luego de que el “blue” alcanzara los 10 pesos -cuya cotización descendería al haber más dólares y, por lo tanto, menos presión de los compradores-, y la falta de inversión en el área energética y de la construcción.
El objetivo del equipo económico es que ingresen al país unos u$s 5.000 y el paralelo descienda a $ 6,50. Pablo Bolino, máster en Finanzas de la UCEMA, no se permite ser muy optimista. “A los 15 días, se cambiaron u$s 3.000 en el sector inmobiliario. Faltan más de tres mil para cumplir la expectativa”. “Ojalá que puedan entrar muchos más dólares. La metodología no es la correcta, pero sí se necesitan que vengan inversiones”, le dijo el economista a NOVA.
Pero Bolino advirtió también sobre una de las razones que pueden generar desconfianza en el mercado. “El Banco Central puede emitir 100 cedines cuando ingresaron 200 dólares. Si emite más cedines de los dólares que recibe, ¿qué valor va a tener el Cedin el día de la mañana? Podría haber una devaluación en cedines”, analizó. Con la reforma de su Carta Orgánica, el Banco Central puede disponer de las reservas “como se le ocurra”.
Por su parte, Ochoa puso otro signo de interrogación sobre el éxito de la medida en el largo plazo. “Suponiendo que se lograran los u$s 5.000, eso no cambia la lógica de la situación económica actual”. El docente explicó ante este portal que Argentina pierde en los últimos meses 1000 millones de dólares de reservas, con lo cual “se ganaría tiempo, pero estaríamos en el próximo tiempo discutiendo lo mismo. No va a haber una modificación de la tendencia de la pérdida de reservas sólo por esta medida”.
Para eso propone un plan integral para “armonizar” las variables macroecónimcas y paliar la inflación. El Gobierno tiene una política económica “inconsistente” en el tiempo, sostuvo, con un déficit fiscal que se financia con emisión monetaria y que genera no sólo inflación sino la caída de la competitividad y el tipo de cambio real.
¿La solución que plantea es reducir el gasto público, como reclaman los economistas ortodoxos? “El país no está para un shock, todavía hay margen para una política gradual”, aclaró Ochoa. Más que reducir el gasto público, una alternativa puede ser “desacelerar su incremento”. “Si está creciendo a un 30 por ciento, que empiece a crecer al 20, luego al 15, al 10 y al 5”, explicó, y sumó una “coordinación” con los sindicatos para que los salarios “sigan esa misma tendencia”.
Vaca Muerta
El acuerdo con Chevron tiene abierto el mismo compás de espera. YPF aportará la concesión del área acordada y ambas firmas compartirán en partes iguales los costos de exploración, explotación y recursos tecnológicos y humanos. Según explicó Axel Kicillof, recién a partir del quinto año la compañía norteamericana podrá exportar hasta el 20 por ciento de sus utilidades sin que las divisas reingresen al país. Fue una concesión: antes de que se conociera el acuerdo, el Gobierno permitió por decreto exportar parte de la producción sin retenciones y garantizó la libre disponibilidad de los fondos en dólares de esas operaciones.
Esa es una cuestión central a la hora de poner en perspectiva la salida de Vale y la llegada de Chevron. “Si bien no se conocen los motivos, en ese momento el clima era negativo, los dólares ingresaban a un tipo de cambio oficial y eso no resultaba rentable”, explicó Marcos Ochoa. “Con Chevron hay ciertas ventajas adicionales. Se podría exportar a cero aranceles”.
Para el economista de la UB, la pregunta que no puede responderse por resultar “contrafáctica” es si, con las mismas condiciones de Chevron, la minera brasilera hubiera tomado la misma decisión.
Sobre ese flanco actúa la oposición. “El régimen tributario y cambiario ofrecido es muy distinto al que tiene cualquier argentino”, señaló a NOVA el diputado Julián Obiglio (Pro). “Si una argentino exporta, le cobran retenciones; si tiene ganancias, paga impuestos sobre eso; si quiere cambiar su dinero a dólares, no puede; si quiere enviar afuera, tampoco”, cuestionó. “Todas estas restricciones no las va a tener una empresa americana, se ha roto por completo el principio de igualdad ante la ley”.
Pero eso no es todo, porque según advierte Pablo Bolino la multinacional Repsol podría embargar las regalías o la inversión conjunta en Vaca Muerta por la expropiación del 51 por ciento de sus acciones en YPF. El gobierno argentino tiene una denuncia ante la corte arbitral del Banco Mundial (Ciadi). “Dicen que el Estado se va a hacer cargo de cualquier demanda. Pero en ese caso seguiría siendo el mismo socio bobo de los ‘90”, reflexionó el economista.
El diputado Obliglio cuestiona de hecho que el contrato contemple cláusulas “mucho menos beneficiosas para el país que las que tenía Repsol”. El acuerdo definitivo no se conoce, pero para el legislador del Pro y el resto de la oposición ya es lo suficientemente “escandaloso”. Alfredo Girault, a su vez, tiene otra mirada. “Hay un problema de inversión y una necesidad muy grande en el sector energético en particular. Todo lo que represente una inversión efectiva bienvenido sea para mitigar la escasez y contribuir a revertir esa tasa”.