Reforma judicial: Cristina ratificó que no propondrá "ninguna modificación" de la Constitución
Vamos aclarando el panorama.

Con un fuerte discurso, la Presidenta vinculó la inseguridad con la Justicia. "Esa es la primera gran ecuación que tenemos que resolver".
La presidenta Cristina Kirchner hizo una fuerte defensa de la batería de proyectos de reforma judicial al clausurar este martes un congreso sobre “democratización de la Justicia” en la Universidad de La Matanza, oportunidad que aprovechó para ratificar que no propondrá “ninguna modificación” a la Constitución en esa dirección.
Pero no fue la única declaración sustancial de su encendido discurso. También hizo referencia a la flexibilidad en la interpretación de la carta magna en el punto del manejo presupuestario del Poder Judicial.
La “democratización” establecía el cumplimiento de las normas constitucionales al devolverle al Consejo de la Magistratura la potestad sobre esa caja, una decisión a la que el Gobierno terminó dándole marcha atrás luego del reclamo de la Corte Suprema, que seguirá teniendo esa potestad.
“Las reformas son instrumentos que tratan de mejorar -explicó CFK-. Una de las modificaciones (del ’94) fue dejar en la cabeza de la Corte la administración de la totalidad de los recursos, y la administración de su presupuesto, que claramente corresponde al Consejo de la Magistratura”.
Ante el dilema de si representa una “inconstitucionalidad” que el máximo tribunal siga al mando de esos fondos, Cristina explicó que la nueva ley “capta la realidad de la imposibilidad de que un cuerpo colegiado pueda llevar a cabo esa tarea adelante”.
“Entonces admitamos que necesitamos una interpretación por parte de todos los jueces que no sirva a los intereses corporativos, sino para que los tres poderes del Estado puedan funcionar no en beneficio propio sino en conjunto de la sociedad”, planteó.
La Presidenta se preguntó “cómo es posible que de seis leyes no se esté de acuerdo con ninguna”. “Por supuesto, puede haber diferencias”, razonó, aunque insistió en su sorpresa respecto de que ni siquiera haya acompañamiento de la ley que establece el ingreso “igualitario” al Poder Judicial, la única que resta sancionar por el Congreso y que está transitando su último tramo en la Cámara de Diputados.
Respecto de la reforma del Consejo de la Magistratura, la jefa de Estado preguntó también “cómo se puede estar en contra de que quienes van a integrar el órgano político del Poder Judicial sean elegidos por el voto popular”, que además permitirá, dijo, aplicar la ley de cupo femenino, que no se está cumpliendo en ese organismo.
En esa línea, destacó también que “somos el primer gobierno democrático que incorpora dos mujeres al máximo tribunal de Justicia”, en referencia a Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay, a quienes el matrimonio presidencial, destacó, ni siquiera conocían personalmente.
Po eso pidió “hacerse cargo de lo que tenemos que transformar, y hagámoslo con grandeza. Por no hacerlo con grandeza en la reforma del ‘94, hoy tenemos algunos problemas”.
La incorporación de nuevos integrantes de los sectores científico y académicos al Consejo traerá una “bocanada de aire fresco de quienes no representan intereses corporativos”, ponderó Cristina, y también destacó la eliminación del Código de Justicia Militar. “Los militares son condenados por tribunales comunes y no por tribunales militares”, celebró.
Por último, anunció que “queremos extender el debate a otras cosas, como el Juicio por Jurados, que también está en la Constitución, a los que tanto les gusta leer la Constitución en este país”. Un punto que faltó en a batería de seis proyectos.
Presencias
La Presidenta habló de inseguridad como pocas veces en el último tiempo, aunque no la separó del funcionamiento de la Justicia. “La primera gran ecuación que tenemos que resolver en Argentina es justicia y seguridad –dijo-, que están íntimamente vinculadas con fenómenos contemporáneos como el narcotráfico, y las complicidades también”.
“Todos sabemos que hay entramados que tenemos que derribar para que finalmente pueda haber justicia”, agregó, y anunció que abordó la cuestión con las autoridades bonaerenses, aunque sin mencionar al gobernador Daniel Scioli.
Cristina analizó que “el surgimiento del narcotráfico, el incremento de la trata de personas y del lavado de dinero adquieren dimensiones que hasta ahora no se habían conocido a nivel global, pero que en definitiva nos tienen que levar a tener una comprensión cabal del verdadero problema”.
“El segundo gran problema –subrayó- es volver vincular a la Justicia con la igualdad, que significa igual trato ante la ley de todos los ciudadanos, en términos personales y corporativos”.
Para la Presidenta, la Justicia “no puede tener una agenda mediática, sino la de la sociedad: la de juzgar y castigar a los culpables, cualquiera sea su rango, condición social, ubicación política o corporativa”.
“Sin una correcta articulación entre el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad -opinó-, se torna básicamente imposible llevar adelante un buen plan de seguridad para toda la población”.
De los paneles del congreso sobre democratización "La sociedad le habla a la Justicia" participaron Julián Domínguez, Alberto Sileoni, Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza, Horacio Verbitsky, Gabriel Mariotto y Julio Alak, además de Estela de Carlotto, Susana Trimarco, Sergio Burstein y Pablo Ferreyra, el hermano de Mariano Ferreyra, que compusieron el último panel. El intendente Fernando Espinoza, que recibió elogios de CFK, ofició de anfitrión.
