Lázaro Báez, el hombre que desearía que se lo hubiera tragado la tierra
Complicado, aturdido, y todo junto. Así está Lázaro Báez, el empresario K multimillonario que hasta ahora había sido cultor del más extremo de los bajos perfiles, y que terminó apuntado por denuncias de lavado de dinero con fondos públicos luego de una investigación del programa "Periodismo para Todos", de Jorge Lanata.
Si bien en un primer momento el rey de la obra pública santacruceña no quedó imputado en la causa judicial en la que bracean Leonardo Fariña y Federico Elaskar, el cambio de fiscal podría revertir su situación. La delgada línea roja.
La investigación por presunto lavado de dinero pasa este miércoles de manos del fiscal Ramiro González a las de Guillermo Marijuán, que estuvo de licencia. La situación procesal de Báez será definida por Marijuán "a partir de la documentación" aportada en estos días.
En tanto, el juez federal Sebastián Casanello ordenó en los últimos días nuevos allanamientos. Además, investiga los movimientos de una decena de financieras que habrían lavado dinero, entre ellas SGI, que pertenecía a Elaskar, el joven que dijo haber sacado del país millones de euros del empresario kirchnerista aunque, justo es aclararlo, después se desdijo.
El propio González, a cargo de la fiscalía en lo Criminal y Correccional Nº 7, confirmó a La Nación que ya no está al frente de la investigación. El funcionario también desmintió haber recibido "presiones" por parte deCarlos Gonella, a cargo de la Procuraduría Adjunta de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), para que entorpeciera el desarrollo de la causa.
En la última emisión del programa "Periodismo para Todos", Jorge Lanata había denunciado una supuesta orden de la Procelac, creada durante la gestión de Alejandra Gils Carbó al frente de la Procuración General de la Nación, de excluir a Báez de las investigaciones sobre lavado, que fue desmentida por la Fiscalía. Como sea, hoy Lázaro Báez desea que se lo hubiera tragado la tierra.