La madrugada de furia de Rossi
A pesar de que pidió "amor y paz", el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, perdió el control durante la sesión para tratar la reforma judicial y estuvo cerca de tirarle un vaso a un diputado opositor e incluso de agarrarse a trompadas.
A las 5 de la mañana, en el último discurso del extenso debate de 16 horas y antes de que se produjera la votación para aprobar el polémico proyecto de ley para reformar el Consejo de la Magistratura, Rossi dijo: "Lo que más tristeza me genera es que generaron un clima horrible, que inocularon el odio al pueblo argentino. Son profetas del odio, del desánimo. Tienen que dedicarse a construir una propuesta política en base al amor y la paz".
En un discurso enardecido, le exigió a la oposición "respetar las instituciones, la República, el Congreso, la democracia y la patria", y los instó a "construir la patria entre todos".
Sus palabras eran interrumpidas constantemente por gritos del radical Miguel Bazze, que se manifestaba en contra de la moción propuesta por Rossi. "¿Vos viste cómo salió la votación? Entonces callate", arremetió Rossi.
Además, imputó a los opositores de ser cómplices de una maniobra que adjudicó a un grupo de ONG contra doce diputados que definirían la votación en el recinto.
El legislador por Santa Fe solicitó además a la oposición que "dejen de agredir, de insultar, de descalificar", porque, sostuvo, "se pasan la vida hablando de la República y cuando llega el momento de tomar una decisión que no les conviene, se sacan las banderas, la estrujan y la pisotean".
El legislador por Santa Fe solicitó además a la oposición que "dejen de agredir, de insultar, de descalificar", porque, sostuvo, "se pasan la vida hablando de la República y cuando llega el momento de tomar una decisión que no les conviene, se sacan las banderas, la estrujan y la pisotean". Sin embargo, pese a los pedidos de paz, su temple comenzó a cambiar, hasta prácticamente desaparecer. Comenzó ya cuando propuso que la votación en particular fuera realizada en una sola cuota. Entonces, presionado por las quejas de la oposición terminó accediendo, con un visible malhumor, a votar artículo por artículo. "Les pido que pongan ahora, inmediatamente, artículo por artículo, voto a voto, cada uno de los temas. Sin debate, sin debate, son unos caraduras", dijo, con una furia creciente, que terminó con el diputado agarrando el vaso vacío que tenía sobre su escritorio y levantándose de su silla. Sus compañeros de bancada temieron que Rossi revoleara el vaso, en el momento de ira, y empezaron a pedirle que se tranquilizara. Incluso la diputada Juliana Di Tullio, que se sienta al lado del jefe del bloque, lo agarró del brazo para sacarle el vaso. Se arrepintió poco después de acceder a la votación en particular, cuando -por un voto- no llegaron a los 129 votos necesarios para aprobar el artículo número 2 (referente al aumento de la cantidad de miembros del Consejo hasta 19). Entonces, Rossi se levantó de su banca y, enfurecido, se dirigió hacia el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y comenzó a gritarle. Más tarde, con una actitud violenta, intentó dirigirse al sector opositor del recinto, y debió ser contenido por sus compañeros del oficialismo. En un clima de creciente tensión, la sesión tuvo un cuarto intermedio para calmar las aguas. Domínguez convocó a los presidentes de los bloques, pero Rossi se quedó en su lugar. "Un gran circo" Después de la aprobación de la ley de reforma del Consejo de la Magistratura y la creación de t res cámaras de casación, Rossi salió del recinto para dar declaraciones a la prensa. "[Los diputados opositores] Armaron un gran circo", opinó el diputado kirchnerista y se quejó porque hubo "gritos permanentes y descalificaciones permanentes" en el recinto. "La oposición buscó permanentemente entorpecer el debate, desgastarlo, buscar clima de tensión", añadió. "Es muy difícil sesionar en ese clima", dijo Rossi, quien argumentó que justamente por esos gritos, es probable que los dos diputados que aparentemente se abstuvieron, en realidad no hayan llegado a votar a tiempo. "Estoy más que conforme y más que contento", agregó el jefe del bloque del Frente para la Victoria y destacó que durante toda la sesión, el kirchnerismo consiguió reunir 130 votos (dos más que los necesarios). "La oposición miente. Estoy convencido de que todo lo que hicimos en esta sesión fue reglamentario", subrayó.Sin embargo, pese a los pedidos de paz, su temple comenzó a cambiar, hasta prácticamente desaparecer. Comenzó ya cuando propuso que la votación en particular fuera realizada en una sola cuota. Entonces, presionado por las quejas de la oposición terminó accediendo, con un visible malhumor, a votar artículo por artículo.
"Les pido que pongan ahora, inmediatamente, artículo por artículo, voto a voto, cada uno de los temas. Sin debate, sin debate, son unos caraduras", dijo, con una furia creciente, que terminó con el diputado agarrando el vaso vacío que tenía sobre su escritorio y levantándose de su silla. Sus compañeros de bancada temieron que Rossi revoleara el vaso, en el momento de ira, y empezaron a pedirle que se tranquilizara. Incluso la diputada Juliana Di Tullio, que se sienta al lado del jefe del bloque, lo agarró del brazo para sacarle el vaso.
Se arrepintió poco después de acceder a la votación en particular, cuando -por un voto- no llegaron a los 129 votos necesarios para aprobar el artículo número 2 (referente al aumento de la cantidad de miembros del Consejo hasta 19). Entonces, Rossi se levantó de su banca y, enfurecido, se dirigió hacia el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y comenzó a gritarle. Más tarde, con una actitud violenta, intentó dirigirse al sector opositor del recinto, y debió ser contenido por sus compañeros del oficialismo.
En un clima de creciente tensión, la sesión tuvo un cuarto intermedio para calmar las aguas. Domínguez convocó a los presidentes de los bloques, pero Rossi se quedó en su lugar.
"Un gran circo"
Después de la aprobación de la ley de reforma del Consejo de la Magistratura y la creación de t res cámaras de casación, Rossi salió del recinto para dar declaraciones a la prensa.
"[Los diputados opositores] Armaron un gran circo", opinó el diputado kirchnerista y se quejó porque hubo "gritos permanentes y descalificaciones permanentes" en el recinto. "La oposición buscó permanentemente entorpecer el debate, desgastarlo, buscar clima de tensión", añadió.
"Es muy difícil sesionar en ese clima", dijo Rossi, quien argumentó que justamente por esos gritos, es probable que los dos diputados que aparentemente se abstuvieron, en realidad no hayan llegado a votar a tiempo.
"Estoy más que conforme y más que contento", agregó el jefe del bloque del Frente para la Victoria y destacó que durante toda la sesión, el kirchnerismo consiguió reunir 130 votos (dos más que los necesarios).
"La oposición miente. Estoy convencido de que todo lo que hicimos en esta sesión fue reglamentario", subrayó.